miércoles, 28 de abril de 2010

Feria de Amatitlán te espera en Mayo


NUESTRO DIARIO PUBLICADO EL 27 De Abril de 2010

SAÚL GUERRA

Amatitlán, el lago de las mojarritas

La procesión del Niño tiene sabor chapín.

Cuando yo estaba ajustando la edad de merecer, tal pata de chucho orinando matochos, bayunqueando y potranqueando parábamos la cola en molote con los cuates y nos íbamos a cantinear patojas a la feria de Amatitlán, porque en lago revuelto ganancia de pescadores. El agua era clara, clara, en medio de un bosque verde, verde y un aire fresco, fresco bajo un cielo azul, azul. Era el lago de las mojarritas, los tepocates, juilines y tepemechines. Dicen los decires que este lago de las añoranzas ya salió del intensivo contaminante, y curémoslo todos juntos porque una golondrina sola no hace verano, pero que sea puro cierto porque de buenas intensiones está empedrado el camino al cielo, y que sea antes de llegar al punto donde a veces el pato nada y otras ni agua bebe porque para entonces no habrá feria del Niño de Atocha, ni nada de nada. No le digamos gudbay al lago, el 1, 2 y 3 de mayo, Día de la Santa Cruz y de los Albañiles, nos vamos a Amatitlán porque el que es vuelve. A pasear se ha dicho porque al fin de cuentas... ¿quién puede quitarle a uno lo paseado? Tío Chinto, filósofo lacustre, tacaño de pura cepa y más cuelludo que una jirafa, también irá en su burro, y dado que las cervezas y el guaro subieron de precio, el tío pide aumento del salario mínimo y si no, amenaza con tirarse a la política.


Antes en las ferias valían los difuntos centavos de quetzal, y una canción en la rocola costaba una choca, si mucho. Las ferias chapinas tenían la cultura como epicentro, y en lejanos juegos florales Beto Morales arrancó un primer lugar en oratoria, pues ya traía su mentirosa gracia. Yo participé en un concurso de canto, pero perdí porque participé de frente.


Cerquita del lago saboreamos el atol de elote y las tostadas con guacamol, con salsa y frijol, el ceviche de tepocate con tamalitos de chipilín, sin faltar la mojarrita frita al tenor del mariachi Los Norteños de Oriente, con chelas bien frías para tonificar el espíritu. De vagos íbamos a sacar la suerte con un don que tenía unos canarios enjaulados,y en medio de ungentío con mirada de tecolote y abriendo la bocota como de este porte, un tipo afanado con un juego decía: ¿Dónde quedó la bolita? También íbamos al teleférico, al jaripeo, al baile de zarabanda, al tiro al blanco, al chingolingo, a montar a caballo y a saborear los dulces de melcocha, las colaciones, los anicillos, el quiebracajetes, el chilacayote y la conserva de coco. Todo ese sabor chapín está en Amatitlán; allá nos vemos y por si va haber algo pa'lpecho.. tenquiu of course.


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